Calle Francisco Pimentel 3, Col. San Rafael
Ciudad de México
+52 55 5546 9001
info@galeriahilariogalguera.com
Lunes - Sábado: 11:00 -17:00 h
Entrada libre
Galeria Hilario Galguera con motivo de las actividades de Gama Week, tiene el gusto de presentar la exposición Index 5: Estancias con el apoyo de la Galería Arróniz Arte Contemporáneo a quien agradecemos la presencia de la Maestra Perla Krauze.
Index 5 Estancias es una exposición en la que se ha invitado a Daniel Buren (FRA), Adrian Burns (MEX), Enrique Ježik (ARG), Perla Krauze (MEX), Francisco Larios (MEX), Daniel Lezama (MEX), Gabriel O’shea (MEX) y Roosmarijn Pallandt (NL) a presentar un cuerpo de obra seleccionado para ser distribuído cada uno por separado en los diferentes espacios de la galería, sin una narrativa común entre ellos, pero sí con una serie de conexiones conceptuales y formales que se descubren en los diferentes recorridos posibles del espacio galerístico. Así celebramos un reinicio de las actividades después de una temporada marcada por diferentes circunstancias adversas a toda la comunidad cultural. Aún siendo evidentes las diferencias en las diferentes propuestas presentadas, en esta exposición se hace perceptible una línea de pensamiento común y rigor conceptual y formal en los procesos creativos y las piezas presentadas.
Galeria Hilario Galguera con motivo de las actividades de Gama Week, tiene el gusto de presentar la exposición Index 5: Estancias con el apoyo de la Galería Arróniz Arte Contemporáneo a quien agradecemos la presencia de la Maestra Perla Krauze.
Index 5 Estancias es una exposición en la que se ha invitado a Daniel Buren (FRA), Adrian Burns (MEX), Enrique Ježik (ARG), Perla Krauze (MEX), Francisco Larios (MEX), Daniel Lezama (MEX), Gabriel O’shea (MEX) y Roosmarijn Pallandt (NL) a presentar un cuerpo de obra seleccionado para ser distribuído cada uno por separado en los diferentes espacios de la galería, sin una narrativa común entre ellos, pero sí con una serie de conexiones conceptuales y formales que se descubren en los diferentes recorridos posibles del espacio galerístico. Así celebramos un reinicio de las actividades después de una temporada marcada por diferentes circunstancias adversas a toda la comunidad cultural. Aún siendo evidentes las diferencias en las diferentes propuestas presentadas, en esta exposición se hace perceptible una línea de pensamiento común y rigor conceptual y formal en los procesos creativos y las piezas presentadas.
El trabajo de Daniel Buren se centra en construcciones estéticas desde la crítica institucional, frecuentemente realizadas en el ámbito público o en edificios históricos, con implicaciones formales, conceptuales, políticas y sociales, que en primera instancia se experimentan de manera no racional, pero que fundamentalmente ponen en crisis y confrontan la operación tradicional de los espacios expositivos e instituciones, a partir de ser producidas y mostradas como arte, de manera diferente en sitios no convencionales.
Al abandonar la idea de la obra de arte exclusivamente como objeto autónomo e independiente, Buren ha utilizado la pintura como estrategia y como lenguaje, rechazando técnicas y soportes tradicionales, priorizando el sitio y el contexto, reactivando lugares específicos, a la vez que diluye los límites entre arte, espacio y público, y que desafía y redefine premisas respecto a cómo existe el arte y cómo se muestra.
En este sentido su trabajo rompe con dinámicas impuestas y normalizadas sobre la experiencia del arte y sugiere aproximaciones abiertas y multidimensionales, en donde a diferencia de procedimientos receptivos comunes, la producción de contenidos por parte del espectador no es necesariamente intelectual, sino que inicia con una relación corporal orgánica, en el que se requiere de una actitud abierta, atenta y sensible; por ejemplo en instalaciones penetrables, donde el color, la luz y el movimiento tienen una presencia inminente y protagónica.
En contraste a lo que sucede con algunos procesos sociales y culturales dominantes, donde nuestro espacio interno es privatizado y alienado, la obra tanto artística como teórica de Buren, además del impacto que ha tenido en la historia del arte y los cambios que ha detonado, sostiene una promesa liberadora que opera en contra de la mecanización, no sólo de la experiencia, sino restableciendo estrategias artísticas de producción, exhibición y recepción, creando espacios horizontales, democráticos e incluyentes.
Daniel Buren (París, 1938) vive y trabaja in situ. Su trabajo se ubica dentro del campo del discurso conceptual y la crítica institucional y se centra en la intervención de espacios públicos y edificios históricos. Buren recibió el León de Oro de la Bienal de Venecia en 1986 y el Premium Imperial en Japón en el 2007. En 1985 creó su instalación pública más polémica, “Les deux plateaux” en el patio del Palais Royal de París. Su carrera ha sido objeto de grandes exposiciones, por ejemplo, en el Museo Guggenheim de Nueva York en el 2005, y en el Centre Georges Pompidou de París en el 2003, entre otras. En el año 2012 se presentó su espectáculo Excentriques como parte del ciclo Monumenta en el Grand Palais de París, y, en el 2014, realizó una intervención en el Hospicio Cabañas, en Guadalajara, Jalisco, México. L’Observatoire de la Lumiére es una intervención en el edificio de la Fundación Louis Vuitton, presentada entre 2016 y 2017. Daniel Buren ha realizado más de 3000 intervenciones públicas en todo el mundo, al igual que cientos de obras permanentes.
El trabajo de Daniel Buren se centra en construcciones estéticas desde la crítica institucional, frecuentemente realizadas en el ámbito público o en edificios históricos, con implicaciones formales, conceptuales, políticas y sociales, que en primera instancia se experimentan de manera no racional, pero que fundamentalmente ponen en crisis y confrontan la operación tradicional de los espacios expositivos e instituciones, a partir de ser producidas y mostradas como arte, de manera diferente en sitios no convencionales.
Al abandonar la idea de la obra de arte exclusivamente como objeto autónomo e independiente, Buren ha utilizado la pintura como estrategia y como lenguaje, rechazando técnicas y soportes tradicionales, priorizando el sitio y el contexto, reactivando lugares específicos, a la vez que diluye los límites entre arte, espacio y público, y que desafía y redefine premisas respecto a cómo existe el arte y cómo se muestra.
En este sentido su trabajo rompe con dinámicas impuestas y normalizadas sobre la experiencia del arte y sugiere aproximaciones abiertas y multidimensionales, en donde a diferencia de procedimientos receptivos comunes, la producción de contenidos por parte del espectador no es necesariamente intelectual, sino que inicia con una relación corporal orgánica, en el que se requiere de una actitud abierta, atenta y sensible; por ejemplo en instalaciones penetrables, donde el color, la luz y el movimiento tienen una presencia inminente y protagónica.
En contraste a lo que sucede con algunos procesos sociales y culturales dominantes, donde nuestro espacio interno es privatizado y alienado, la obra tanto artística como teórica de Buren, además del impacto que ha tenido en la historia del arte y los cambios que ha detonado, sostiene una promesa liberadora que opera en contra de la mecanización, no sólo de la experiencia, sino restableciendo estrategias artísticas de producción, exhibición y recepción, creando espacios horizontales, democráticos e incluyentes.
Daniel Buren (París, 1938) vive y trabaja in situ. Su trabajo se ubica dentro del campo del discurso conceptual y la crítica institucional y se centra en la intervención de espacios públicos y edificios históricos. Buren recibió el León de Oro de la Bienal de Venecia en 1986 y el Premium Imperial en Japón en el 2007. En 1985 creó su instalación pública más polémica, “Les deux plateaux” en el patio del Palais Royal de París. Su carrera ha sido objeto de grandes exposiciones, por ejemplo, en el Museo Guggenheim de Nueva York en el 2005, y en el Centre Georges Pompidou de París en el 2003, entre otras. En el año 2012 se presentó su espectáculo Excentriques como parte del ciclo Monumenta en el Grand Palais de París, y, en el 2014, realizó una intervención en el Hospicio Cabañas, en Guadalajara, Jalisco, México. L’Observatoire de la Lumiére es una intervención en el edificio de la Fundación Louis Vuitton, presentada entre 2016 y 2017. Daniel Buren ha realizado más de 3000 intervenciones públicas en todo el mundo, al igual que cientos de obras permanentes.
El trabajo de Ježik está basado en prácticas multidisciplinarias enfocadas en ataques directos y explícitos a la censura, la vigilancia y distintas formas de estrategias control, así como en ideales anarquistas y de libertad, siendo radicalmente crítico de sistemas represivos normalizados, legales o falsamente democráticos y de las dinámicas mediáticas masivas de comunicación y politización. En sus obras utiliza armas, maquinaria de guerra y materiales industriales como componentes formales o escultóricos, o como readymades, siendo el performance uno de los pilares de su trabajo, además de emplear otros medios, desde dibujos o textos, hasta intervenciones arquitectónicas en espacios públicos. La tensión generada por la violencia y agresividad en las piezas de Ježik es experimentada no sólo por los espectadores, sino que implica frecuentemente un riesgo real, potencial o latente, desde los procesos de producción.
Ježik establece referencias a la historia del arte, tales como el minimalismo norteamericano o el suprematismo ruso, con implicaciones formales y conceptuales específicas en cada caso.
Ježik ha expuesto individualmente en lugares como: Centro de Arte Contemporáneo Laznia. Gdansk, Polonia (2022); Galería Metropolitana, Santiago, Chile (2019); Fundación OSDE, Buenos Aires (2018); Ex Teresa Arte Actual, Ciudad de México (2017); Galería Vermelho, São Paulo (2015); Museo Universitario Arte Contemporáneo, Ciudad de México (2011). Colectivamente su obra ha sido expuesta en diversas instituciones como el Museo Carrillo Gil; Museo de Arte Moderno (Ciudad de México), Museo Nacional de Bellas Artes (Buenos Aires), Haus der Kulturen der Welt (Berlín), Museo Reina Sofía (Madrid), Musée des Beaux Arts (Montréal), Art Sonje Center (Seúl), así como en las bienales de Mercosur (Porto Alegre, 2003), São Paulo (2010), Ljubljana (2011), Shanghai (2018) y BienalSur (Buenos Aires, 2019).
El trabajo de Ježik está basado en prácticas multidisciplinarias enfocadas en ataques directos y explícitos a la censura, la vigilancia y distintas formas de estrategias control, así como en ideales anarquistas y de libertad, siendo radicalmente crítico de sistemas represivos normalizados, legales o falsamente democráticos y de las dinámicas mediáticas masivas de comunicación y politización. En sus obras utiliza armas, maquinaria de guerra y materiales industriales como componentes formales o escultóricos, o como readymades, siendo el performance uno de los pilares de su trabajo, además de emplear otros medios, desde dibujos o textos, hasta intervenciones arquitectónicas en espacios públicos. La tensión generada por la violencia y agresividad en las piezas de Ježik es experimentada no sólo por los espectadores, sino que implica frecuentemente un riesgo real, potencial o latente, desde los procesos de producción.
Ježik establece referencias a la historia del arte, tales como el minimalismo norteamericano o el suprematismo ruso, con implicaciones formales y conceptuales específicas en cada caso.
Ježik ha expuesto individualmente en lugares como: Centro de Arte Contemporáneo Laznia. Gdansk, Polonia (2022); Galería Metropolitana, Santiago, Chile (2019); Fundación OSDE, Buenos Aires (2018); Ex Teresa Arte Actual, Ciudad de México (2017); Galería Vermelho, São Paulo (2015); Museo Universitario Arte Contemporáneo, Ciudad de México (2011). Colectivamente su obra ha sido expuesta en diversas instituciones como el Museo Carrillo Gil; Museo de Arte Moderno (Ciudad de México), Museo Nacional de Bellas Artes (Buenos Aires), Haus der Kulturen der Welt (Berlín), Museo Reina Sofía (Madrid), Musée des Beaux Arts (Montréal), Art Sonje Center (Seúl), así como en las bienales de Mercosur (Porto Alegre, 2003), São Paulo (2010), Ljubljana (2011), Shanghai (2018) y BienalSur (Buenos Aires, 2019).
El trabajo de Perla Krauze es el resultado de exploraciones en diferentes ambientes. La artista recolecta elementos comunes de la naturaleza, que por motivos subjetivos y personales forman parte de la documentación material y visual de procesos de búsqueda interior y de su entorno.
Perla Krauze trabaja con un rango amplio de disciplinas y formatos, desde dibujos hasta instalaciones penetrables, suscitando experiencias tanto íntimas como corporales que comunican la experiencia de su propio proceso creativo y estableciendo una relación de horizontalidad entre ella y los espectadores.
Sus piezas son el eco y la síntesis de la correspondencia entre descubrimientos internos y externos que resultan en instalaciones y objetos poéticos y enigmáticos, producidos con materiales como piedras, metales, cera, agua y textiles.
Perla Krauze ha expuesto individualmente en lugares como el Museo Universitario de Ciencias y Artes, MUCA, CDMX, México (2022), el Instituto Cultural de México en Washington D.C, EEUU (2018) y el Museo Amparo, Puebla, México (2017). En el 2010, tuvo una exposición retrospectiva en el Museo de Arte Moderno, CDMX, México. Ha participado en una variedad de exposiciones colectivas en espacios como El museo de Arte Popular, CDMX, México (2009) y Galería Gal Sonja Roesch, Houston, EEUU (2016). En el 2021 su obra fue reconocida con el premio Gottlieb y pertenece a importantes colecciones como las son MUAC, CDMX, México; Scottsdale Contemporary Art Museum, Arizona, EEUU; Museo de Arte Moderno, CDMX, México; Museo del Instituto Nacional de Bellas Artes, CDMX, México; y Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, Oaxaca, México, entre otros.
El trabajo de Perla Krauze es el resultado de exploraciones en diferentes ambientes. La artista recolecta elementos comunes de la naturaleza, que por motivos subjetivos y personales forman parte de la documentación material y visual de procesos de búsqueda interior y de su entorno.
Perla Krauze trabaja con un rango amplio de disciplinas y formatos, desde dibujos hasta instalaciones penetrables, suscitando experiencias tanto íntimas como corporales que comunican la experiencia de su propio proceso creativo y estableciendo una relación de horizontalidad entre ella y los espectadores.
Sus piezas son el eco y la síntesis de la correspondencia entre descubrimientos internos y externos que resultan en instalaciones y objetos poéticos y enigmáticos, producidos con materiales como piedras, metales, cera, agua y textiles.
Perla Krauze ha expuesto individualmente en lugares como el Museo Universitario de Ciencias y Artes, MUCA, CDMX, México (2022), el Instituto Cultural de México en Washington D.C, EEUU (2018) y el Museo Amparo, Puebla, México (2017). En el 2010, tuvo una exposición retrospectiva en el Museo de Arte Moderno, CDMX, México. Ha participado en una variedad de exposiciones colectivas en espacios como El museo de Arte Popular, CDMX, México (2009) y Galería Gal Sonja Roesch, Houston, EEUU (2016). En el 2021 su obra fue reconocida con el premio Gottlieb y pertenece a importantes colecciones como las son MUAC, CDMX, México; Scottsdale Contemporary Art Museum, Arizona, EEUU; Museo de Arte Moderno, CDMX, México; Museo del Instituto Nacional de Bellas Artes, CDMX, México; y Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, Oaxaca, México, entre otros.
Francisco Larios es un artista multidisciplinario que trabaja con pintura, dibujo de concepto abierto y software para modelado 3D. En su serie de trabajos, las influencias postmodernas son reconocidas por formas simplificadas, líneas y geometría sagrada. La producción de Larios no es una cita acrítica o una apropiación de los temas que le interesan, sino una exploración poética del estado de nuestras relaciones con la fe, la voluntad y el destino. Sus títulos, a menudo, hacen referencia a situaciones o grupos de personas memorables a lo largo de la historia.
Francisco Larios estudió diseño con especialidad en historia del arte en la Universidad La Salle, Laguna. Ha participado en más de 100 exposiciones colectivas en lugares cómo Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO), Monterrey, México (2015); Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, Oaxaca, México (2009); Museé de Arte Modesta, Montpellier, Francia (2004); y Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, San José, Costa Rica (2004). Ha contado con una variedad de exposiciones individuales en lugares como Galería Mackey, Houston, Texas, EEUU (2005) y B&D Gallery, Milán, Italia (2004). Durante su trayectoria le han sido otorgados varios premios y reconocimientos, incluyendo el primer lugar en la VII Bienal de Cuenca, Ecuador en el 2001. Pertenece a la colección de museos alrededor del mundo, incluyendo el Museum of Contemporary Art San Diego, California, EEUU, Museum of Fine Arts, Houston, Texas, EEUU, Museo de arte Contemporáneo de Monterrey y el Musée d'Art Modesta, Montpellier, Francia.
Francisco Larios es un artista multidisciplinario que trabaja con pintura, dibujo de concepto abierto y software para modelado 3D. En su serie de trabajos, las influencias postmodernas son reconocidas por formas simplificadas, líneas y geometría sagrada. La producción de Larios no es una cita acrítica o una apropiación de los temas que le interesan, sino una exploración poética del estado de nuestras relaciones con la fe, la voluntad y el destino. Sus títulos, a menudo, hacen referencia a situaciones o grupos de personas memorables a lo largo de la historia.
Francisco Larios estudió diseño con especialidad en historia del arte en la Universidad La Salle, Laguna. Ha participado en más de 100 exposiciones colectivas en lugares cómo Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO), Monterrey, México (2015); Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, Oaxaca, México (2009); Museé de Arte Modesta, Montpellier, Francia (2004); y Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, San José, Costa Rica (2004). Ha contado con una variedad de exposiciones individuales en lugares como Galería Mackey, Houston, Texas, EEUU (2005) y B&D Gallery, Milán, Italia (2004). Durante su trayectoria le han sido otorgados varios premios y reconocimientos, incluyendo el primer lugar en la VII Bienal de Cuenca, Ecuador en el 2001. Pertenece a la colección de museos alrededor del mundo, incluyendo el Museum of Contemporary Art San Diego, California, EEUU, Museum of Fine Arts, Houston, Texas, EEUU, Museo de arte Contemporáneo de Monterrey y el Musée d'Art Modesta, Montpellier, Francia.
Daniel Lezama opta por pintar en medio y estilo tradicionales. Su pintura y visión estética se centran en narrativas extraordinariamente pintadas, referenciadas desde el contexto vernáculo mexicano, en las historias no oficiales de recuerdos, sueños y deseos, así como en un nuevo romanticismo que ve el arte bajo una perspectiva existencial. Habitualmente, realizando pinturas de gran o medio formato y en ocasiones el dibujo, el monotipo y el grabado, Lezama expresa su visión profunda y sin precedentes de “lo mexicano” en una época marcada por prácticas postconceptuales.
Daniel Lezama ha participado en exposiciones individuales en lugares como el Museo de la Ciudad, Ciudad de México, México (2008); Roebling Hall Gallery, Nueva York, EEUU (2002); Hof & Huyser Galerie, Amsterdam, Países Bajos (1998), entre otros. También ha participado en exposiciones colectivas en lugares como Museo Angerlehner, Austria (2014); Museo Universitario de Arte Contemporáneo, Ciudad de México, México (2013); Museo Nacional de Arte, Ciudad de México, México (2010). En el 2022, su obra fue reconocida con una exposición retrospectiva en el Museo de Arte Moderno en la Ciudad de México y en el 2005 participó en la II Bienal de Beijing, China. Su obra pertenece a prestigiosas colecciones alrededor del mundo incluyendo las del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), Ciudad de México, México; Murderme Collection, Londres, Reino Unido; Museo de Arte Moderno, Ciudad de México, México; Stedelijk Museum voor Actuele Kunst, Gante, Bélgica; Hermes Trust Collection, Londres, Reino Unido; Institut Valenciá D’Art Modern, España; Museo del Barrio, Nueva York, EEUU; y Essl Sammlung, Vienna, Austria, entre otros.
Daniel Lezama opta por pintar en medio y estilo tradicionales. Su pintura y visión estética se centran en narrativas extraordinariamente pintadas, referenciadas desde el contexto vernáculo mexicano, en las historias no oficiales de recuerdos, sueños y deseos, así como en un nuevo romanticismo que ve el arte bajo una perspectiva existencial. Habitualmente, realizando pinturas de gran o medio formato y en ocasiones el dibujo, el monotipo y el grabado, Lezama expresa su visión profunda y sin precedentes de “lo mexicano” en una época marcada por prácticas postconceptuales.
Daniel Lezama ha participado en exposiciones individuales en lugares como el Museo de la Ciudad, Ciudad de México, México (2008); Roebling Hall Gallery, Nueva York, EEUU (2002); Hof & Huyser Galerie, Amsterdam, Países Bajos (1998), entre otros. También ha participado en exposiciones colectivas en lugares como Museo Angerlehner, Austria (2014); Museo Universitario de Arte Contemporáneo, Ciudad de México, México (2013); Museo Nacional de Arte, Ciudad de México, México (2010). En el 2022, su obra fue reconocida con una exposición retrospectiva en el Museo de Arte Moderno en la Ciudad de México y en el 2005 participó en la II Bienal de Beijing, China. Su obra pertenece a prestigiosas colecciones alrededor del mundo incluyendo las del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), Ciudad de México, México; Murderme Collection, Londres, Reino Unido; Museo de Arte Moderno, Ciudad de México, México; Stedelijk Museum voor Actuele Kunst, Gante, Bélgica; Hermes Trust Collection, Londres, Reino Unido; Institut Valenciá D’Art Modern, España; Museo del Barrio, Nueva York, EEUU; y Essl Sammlung, Vienna, Austria, entre otros.
La obra de Gabriel O’Shea se enfoca mayormente en la dualidad de lo divino y lo mundano, utilizando su arte como una herramienta que le permite sembrar cuestionamientos íntimos en el espectador en una variedad de temas como la ausencia de la espiritualidad, la falta de introspección, el nihilismo contemporáneo, la violencia y la decadencia que envuelve nuestra actualidad. El cuerpo humano se presenta segmentado, parcialmente mostrado, o velado, implicando narrativas latentes inquietantes, enfatizadas por el realismo y precisión de su técnica que visibiliza la vulnerabilidad del cuerpo.
Gabriel O’Shea es un artista que trabaja en disciplinas como escultura, pintura, fotografía, instalación y video, utilizando materiales como cera, silicona, textiles, metal y cabello humano. Las referencias a temas religiosos y el énfasis frecuente en figuras humanas lastimadas o violentadas, expresan una tensión entre lo existencial y lo espiritual, entre la tranquilidad y el caos.
Gabriel estudió en la Barcelona Academy of Art, en el año 2018. Ha expuesto individualmente en el museo Casa de la Mora, Toluca, México. Y ha participado en muestras colectivas tales como “Index 5: estancias” en la Galería Hilario Galguera, México (2021) y en la feria de arte Zona Maco, Ciudad de México (2022).
La obra de Gabriel O’Shea se enfoca mayormente en la dualidad de lo divino y lo mundano, utilizando su arte como una herramienta que le permite sembrar cuestionamientos íntimos en el espectador en una variedad de temas como la ausencia de la espiritualidad, la falta de introspección, el nihilismo contemporáneo, la violencia y la decadencia que envuelve nuestra actualidad. El cuerpo humano se presenta segmentado, parcialmente mostrado, o velado, implicando narrativas latentes inquietantes, enfatizadas por el realismo y precisión de su técnica que visibiliza la vulnerabilidad del cuerpo.
Gabriel O’Shea es un artista que trabaja en disciplinas como escultura, pintura, fotografía, instalación y video, utilizando materiales como cera, silicona, textiles, metal y cabello humano. Las referencias a temas religiosos y el énfasis frecuente en figuras humanas lastimadas o violentadas, expresan una tensión entre lo existencial y lo espiritual, entre la tranquilidad y el caos.
Gabriel estudió en la Barcelona Academy of Art, en el año 2018. Ha expuesto individualmente en el museo Casa de la Mora, Toluca, México. Y ha participado en muestras colectivas tales como “Index 5: estancias” en la Galería Hilario Galguera, México (2021) y en la feria de arte Zona Maco, Ciudad de México (2022).
Las obras de Pallandt son el resultado de la correspondencia entre lo inmaterial que permanece y su registro, lo no conceptual que está detrás de manifestaciones naturales y espirituales y la energía sutil y expresa detrás de interacciones humanas en ciertos sitios con cargas específicas, rituales o naturales. Sus piezas son la unidad formal y coherente de procesos y relaciones espacio-temporales que la artista establece con lugares y comunidades, articuladas por un lenguaje formal multifacético e interdisciplinario, que consiste a menudo en instalaciones conformadas por sonido, fotografía, cine analógico y escultura textil.
Pallandt ha viajado a lugares remotos del mundo, registrando paisajes sonoros efímeros durante distintos actos y ceremonias, cuyas ondas son reproducidas para mostrar la complejidad autorregulada y la coexistencia de distintos despliegues de energía en sitios específicos, ofreciendo al espectador la posibilidad de habitar momentáneamente sus texturas y fibras internas. El sonido, como lenguaje universal y como base y pilar de su obra, produce una atracción gravitatoria en obras inmersivas que suscitan una sensación de espacio expansivo, manteniendo vínculos con los eventos originales.
El peso de su trabajo consiste en la transmisión, a través del arte, de la experiencia directa, profunda, compleja, sensible y multidimensional, desarrollada durante tiempos indefinidos, determinados únicamente por los ritmos particulares de cada situación. Sus obras son el registro presente de un momento significativo, en sintonía y organicidad con otro espacio.
Roosmarijn Pallandt se graduó de la Licenciatura de Artes Visuales con distinción Cum Laude. En el año 2005 obtuvo el premio Milk Way por la obra más innovadora y fue galardonada con el Premio Hariban de Benrido, en 2018. El trabajo de Roosmarijn ha sido exhibido en espacios tales como el Museo de Arte de Zapopan, Jalisco, México (2021), en la Galería Contemporánea Kunming, Yunnan, China (2020); Festival de Lumen, Londres, Reino Unido (2020); Festival de Alice Springs, Australia (2020); y en Kyotographie, Kioto Japón (2017), entre otros.
Las obras de Pallandt son el resultado de la correspondencia entre lo inmaterial que permanece y su registro, lo no conceptual que está detrás de manifestaciones naturales y espirituales y la energía sutil y expresa detrás de interacciones humanas en ciertos sitios con cargas específicas, rituales o naturales. Sus piezas son la unidad formal y coherente de procesos y relaciones espacio-temporales que la artista establece con lugares y comunidades, articuladas por un lenguaje formal multifacético e interdisciplinario, que consiste a menudo en instalaciones conformadas por sonido, fotografía, cine analógico y escultura textil.
Pallandt ha viajado a lugares remotos del mundo, registrando paisajes sonoros efímeros durante distintos actos y ceremonias, cuyas ondas son reproducidas para mostrar la complejidad autorregulada y la coexistencia de distintos despliegues de energía en sitios específicos, ofreciendo al espectador la posibilidad de habitar momentáneamente sus texturas y fibras internas. El sonido, como lenguaje universal y como base y pilar de su obra, produce una atracción gravitatoria en obras inmersivas que suscitan una sensación de espacio expansivo, manteniendo vínculos con los eventos originales.
El peso de su trabajo consiste en la transmisión, a través del arte, de la experiencia directa, profunda, compleja, sensible y multidimensional, desarrollada durante tiempos indefinidos, determinados únicamente por los ritmos particulares de cada situación. Sus obras son el registro presente de un momento significativo, en sintonía y organicidad con otro espacio.
Roosmarijn Pallandt se graduó de la Licenciatura de Artes Visuales con distinción Cum Laude. En el año 2005 obtuvo el premio Milk Way por la obra más innovadora y fue galardonada con el Premio Hariban de Benrido, en 2018. El trabajo de Roosmarijn ha sido exhibido en espacios tales como el Museo de Arte de Zapopan, Jalisco, México (2021), en la Galería Contemporánea Kunming, Yunnan, China (2020); Festival de Lumen, Londres, Reino Unido (2020); Festival de Alice Springs, Australia (2020); y en Kyotographie, Kioto Japón (2017), entre otros.