Galería Hilario Galguera Madrid, presenta la primera exposición en España del pintor Martin Eder (Alemania, 1968) titulada No Hell Like an Old Hell, compuesta por 13 pinturas recientes. 

El título de la exposición corresponde a un fragmento de la letra de la canción The Motel, de David Bowie, en la que se lamenta el purgatorio infernal de la reflexión artística sobre la emoción de la vida temprana. En los cuadros de Eder esto se presenta a través de la brecha y la desconexión entre la seductora estética kitsch que sugiere la posibilidad de un consumo cultural decadente, y los sujetos expuestos y frágiles sobre los que se posa la mirada, que destilan una nostalgia de sueños perdidos o inalcanzables. 

La maestría técnica y la precisión formal del pincel del pintor, la luminosidad, la selección y combinación cromática y el equilibrio de la composición, atraen la mirada. Nos vemos arrastrados involuntariamente al vacío de la cultura de Internet. Las obras revelan de esta manera una carpeta de memes de gatos sin pelo con alas, tonos azules y rosas de neón y sugerentes cosplays, un mundo inquietante, que todo lo abarca, con una presencia casi material que difumina los límites entre la realidad virtual y la física. El brillo de la superficie del óleo disfraza un presente distópico, un espejo a la velada tristeza de existir en un mundo contemporáneo marcado por los valores populares del capitalismo tardío. 

En este planteamiento, Eder colapsa los mundos tradicionales del arte alto y bajo, a medida que la técnica y el tema se reúnen en referencia a los desnudos renacentistas o impresionistas que recuerdan a Botticelli y Manet, o las expresivas calaveras de bodegón de Cezanne, incluso llegando a la altura de las vanitas de Juan de Valdés Leal. Así, se transforman al contenido cotidiano en internet de la estética emo, con serpientes, espaldas tatuadas, y cabelleras teñidas. Es una provocación a los árbitros del “buen gusto” que excluyen las amplias posibilidades del deseo contemporáneo, bizarro, oculto y feo. Eder cumple su deseo de “buscar la belleza en la mugre”, en la nostalgia de la ruina. 

Jean Genet dijo que a pesar de la belleza de las formas “todo hombre tiene el mismo valor que cualquier otro: una especie de identidad universal de todos los hombres (...), los cuerpos cumplen sus funciones: digieren, se calientan, pesan, huelen, cagan”. (What Remains of a Rembrandt Torned into Four Equal Pieces and Flushed Down the Toilet, 1951.) En los márgenes perversos y banales de la cultura contemporánea nos vemos expuestos como vehículos conflictivos e insaciables de deseo, consumo, nostalgia y desesperación. Sin embargo, en toda esta oscuridad, encontramos una humanidad compartida. 

Durante su trayectoria artística Martin Eder ha expuesto internacionalmente, con muestras individuales en lugares como HENI Gallery, Londres, Reino Unido (2022), Zentrum für Gegenwartskunst Augsburg, Augsburgo, Alemania (2022), Newport Street Gallery, Londres, Reino Unido (2018), PSYCHIC, MUDAM, Ciudad de Luxemburgo, Luxemburgo (2017) y Galería Hilario Galguera, Ciudad de México, México (2016). Ha participado en exposiciones colectivas en ARKEN Museo de Arte Moderno, Copenhague, Dinamarca (2022) y Patricia Low Contemporary, Gstaad, Suiza (2018), entre otras. Sus obras se encuentran en prestigiosas colecciones como el Museo de Arte Contemporáneo (MOCA), Los Ángeles, Estados Unidos y el Museo de Arte Moderno (MoMA), Nueva York, Estados Unidos, Murderme Collection, Londres, Reino Unido.